miércoles, 10 de junio de 2009

La Roma Republicana

En el año 509 a.C, una revuelta acabó con el último monarca etrusco, Tarquinio el Soberbio , y Roma se convirtió en una República.

  1. Patricios y plebeyos
Ya desde los tiempos de la monarquía, los ciudadanos romanos se dividían en dos grandes grupos sociales, que gozaban de derechos muy diferentes:
  • Los patricios: lo formaban una minoría de familias aristocráticas que se consideraban descendientes de los fundadores de Roma; se agrupaban en grandes familias con antepasados comunes (gens). Eran propietarios de tierras y ganado, y gobernaban la ciudad.
  • Los plebeyos: lo constituían todos los que llegaron a la ciudad posteriormente a su fundación. Era el grupo más numeroso, formado por los campesinos, los artesanos y los comerciantes. No tenían propiedades territoriales y carecían de derechos políticos.

2. La lucha por la igualdad

En los primeros tiempos de la República, los patricios formaron un gobierno aristocrático: sólo ellos elaboraban y conocían las leyes, ajercían la justicia y monopolizaban los cargos públicos. Todo esto estaba prohibido a los plebeyos que, sin embargo, debían pagar impuestos y formar parte del ejercito.

Durante doscientos años, los plebeyos lucharon por obtener los mismos derechos que los patricios. A principios del siglo V a.C., consigueron el derecho a elegir un representante , el Tributo de la plebe, que defendía sus intereses.

Más adelante, consiguieron una compilación escrita y pública de las leyes de Roma: la Ley de las Doce Tablas. Finalmente, obtuvieron el derecho al matrimonio con patricios y el acceso a los cargos públicos.


3. Asambleas y magistrados de la República

El gobierno de la República se fundamentaba en tres instituciones:

  • Los comicios: reunión en asamblea de los ciudadanos romanos para votar las leyes y elegir a los magistrados.
  • Los magistrados: se elegían anualmente y gobernaban la ciudad. Los más importantes eran los cónsules, que presidían las asambleas y dirigían el ejercito.
  • El Senado: formado por 300 antiguos magistrados, casi todos patricios. Era el centro de la vida política, ratificaban las leyes aprobadas en los comicios y resolvía los asuntos de política exterior y finanzas.
Para asistir a las asambleas o ser elegido magistrados o senador era necesario tener fortuna propia y ser conocido y respetado. Así, la República romana era más una oligarquía que una verdadera democracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario